
Por senderos del relax
vi a mi chica,
tranquila como una prediccion,
estamos en casa,
te cantare un blues,
un frio relampago
que recorra tu gracia
y con el cual nadie
nos hara sentir ni soñar abalorios,
siempre azul como tus ojos, niña,
siempre como tu boca, nena.
Lleno de hielo
como el mar congelado,
viviremos sin disparos, seguros,
el uno del otro,
la desesperacion la tornaremos un haz
de sabrosas caricias y truenos de luz,
una tormenta sobre el desierto
que nos honre y enaltezca;
las lagrimas, la sal, perdidas ya en la batalla,
entre besos, por eso me case contigo,
una libre union de individualidades,
nuestros anillos ya los podemos arrojar
al oceano de cristal,
ya esta lo hemos cumplido, niña,
solo nos falta montar en globo,
mirar hacia abajo y no sentir ni la brisa,
ni el terror, hemos tirado los anillos,
y conocemos nestros miedos
pero tambien el punto que nos hace reir,
la descarga de una cerveza en la terraza,
andar descalzos por la hierba,
las espigas y las amapolas, niña,
vamos a dormir juntos hoy
el sueño del mundo rotando
sobre nosotros, balbuceando,
niña, te quiero, aqui te he dejado
el blues, el alegre blues del reencuentro.
Alfonso Valverde Diez (2009)
Dedicado a Elena (¿ya era hora, no, princesa?
1 comentario:
Que el amor que tan bellamente cantas y declaras os sobreviva.
Un abrazo
Jesús
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