
Frentes de Combate.
En el frente de combate atrincherado,
debil, en los recuerdos
sigo convicto, reo de una cura
y ciego de mi alrededor,
sordo a los destellos de esta vida,
solo en la sala de lo indescriptible,
dentro de ese gris indecible,
piramides modeladas.
Solo en el frente
como una noche humeda
bajo lluvias sin aurora,
perdido entre paraisos artificiales
donde implosionan colores
hasta el centro de un papel.
Reciclando pensamientos
en los que desaparece todo el duende,
lugar donde me hipoteca la desidia,
donde me abstraigo lenta y sutilmente;
envidio a todas las almas en pena
a los realistas y a los frustrados,
los envidio por no entenderles,
porque no quiero entenderles,
porque no puedo entenderles.
Alfonso Valverde Diez (1996)
Viejos Poetas.
Acciones de un viejo poeta pagano
que deshilacha buscando la chispa,
desdichado, sus dedos amarillentos, habanos,
que mil pulmones pudieran dar acogida
a su agüacero de humo sin llegar a romperlo.
Escribe en la esfera y sobre si mismo,
manchas de un escritorio tintado azul,
poeta de la escuela de inspiracion dionisiaca
que de pintor un dia le dieron por vencido.
Aroma en sus letras a estrecho y rancio,
con veintitres Eneros
en la cima o en el lodo ya escribiendo
epitafios y esquelas en periodicos parduzcos;
que mas da ahora, si ya ha ocurrido
sigue que un mismo fin nos espera.
Libros que una vez se abrieron
para mala influencia en sus letras,
el temor de verse debil, hambruno,
sus favorecidos escritores, poetas, filososofos
eran rastreros que nada sabian, envolturas,
estaban muertos o ciegos,
eran anticristos, idolos, profetas en declive,
flores hundidas en el mar
que fue de la libertad y su miedo,
de sus tratados, ensayos, poemas, novelas y ciencia.
Si le librarais de la influencia en la lengua
matadle y morid junto a el.
Alfonso Valverde Diez (1996)
Mil Noches Qualquiera.
Mientras transcurre la noche, recuerdo:
Una sola noche en Paris, gloria pasagera,
una noche feroz en los pirineos nevados,
durmiendo dentro de un coche
tras haber cenado en un cementerio,
mil noches adolescentes en Castelldefels.
Una noche perdido en Lisboa, borracho,
donde descarte todo principio y fin,
una noche con o sin Veronica u otras como ella
que por mis noches pasaron,
una noche en un laberinto acido de fuegos, sonrisas y fallas,
mil noches de Sabado en algun bar
donde siempre hablaba la aspera avaricia.
Una noche recitando poemas tenebrosos en el cajon de una radio.
Una noche en mi luna, luna nueva,
mil noches de entropia hasta la medula, escibiendome, expandiendome.
Una noche como otra en una fabrica perdida,
una noche durmiendome en la desintegracion de la cura,
una noche cancerigena donde queme pulmones asomado a la ventana,
mirando hacia abajo, imaginando el estrago de la caida, las visceras,
mil noches de angustias, mil de vida y una que sera de muerte.
Una noche como la de hoy que parecera cientos de años,
una noche fresca, otra seca, como otras cualquiera,
mil noches pintando en los sueños cegeras.
Una noche como esta o mil como esta vinieran.
Alfonso Valverde Diez (1996)
Llamadas.
Suena el telefono, sonidos,
nos quieren obligar a hablar
para no decir nada
como hacian antaño.
Suena, voz ronca y ecleptica
como jamas antes habia sonado
nos cuentan que nos adoran
y que todo lo hacen por nosotr@s
pero en el fondo se rie, nuestro reflejo se pierde
en el dial donde hundimos dedos
buscando alarmas para que despertemos,
dice que nos invita, que no se rie
pero tiene un aire insano y sospechoso,
en sus escamas manchas rojas.
Quiere que hablemos como lo haciamos antes,
como jamas nunca quisimos volver ha hacer.
Suena el telefono,sonidos,
nos invitan a marchar
donde el tedio sea dios
y el trabajo otra mala jugada
para unir nuestras vidas, vidas que solo pretenden
evadirse las unas de las otras, independizarse para seguir unidos.
Suena a viciado el ambiente, suena a azabache y obsidiana,
agrietando nuestras fronteras mentales
adulterando nuestros sonidos primigenios.
Suena el telefono,sonidos,
podriamos hablar de que su voz ya no existe.
Alfonso Valverde Diez (1996)
Bares, Dueños, Nuevos Heroes.
Una noche torrida de verano entre tahures, el juego abunda en trampas, como el propio destino.
personas intimidando a sus fichas en tableros sobre manteles, sobre las mesas. Es aqui donde aparece ese indomito afan de poder, es ahora mas voraz y despiadado de superioridad innata,
en las mentes de los jugadores no hay luz ni bondad razonada, habla siempre el dominio del ganador, de su vanidad, se vanagloria sobre sus movimientos, sus tiradas, sus juegos.
La rutina en esta sala recala en la sinrazon isometrica de las mesas, de las lamparas, de las barras inmensas, inacabables de un nauseabundo bar, de azul muerte como el mar encolerizado y blancas las perlas que se sumergen en el adusto oleaje pintado a oleo esta noche.
¿ Acabaran odiandose los jugadores ?, montañas y desfiladeros de malos augurios, presgios de la derrota, frentes de batalla dia a dia esta noche, pasaran humillados y serviles, al peor le tocara recoger toda la porqueria del bar, tras haberselo fumado todo, tras haberselo bebido todo, en cuatro o cinco horas. El que se atrinchera entre la grasa pegajosa de la cocina, habla a traves de las paredes para que no le vean la cara, humos extraños, olor a sepia, arroz pegado, morro, all i oli, ansidas lujurias para los jugadores y el escondido.
Amigos que se empiezan a conocer ahora este es el juego, como lo haran entre ell@s, tanto tiempo en la partida desde niñ@s, las risas, las puas.
Alto! la luz roja intermitente parpadea el futuro, desquicia, esa bombilla les avisa siempre de su futuro, el violento que se aproxima, que deben cambiar, manimular a su excentrico antojo.
Locos y apaticos, el apocalipsis del juego bajo las humedas suelas de los zapatos, botas salpicadas de alcohol, observan ya cansados las escaleras que suben infinitamente sumisas al tiempo, al paso de los DUEÑOS, sus trapicheos tras la barra, sigue siendo esto un asqueroso bar en llamas sin fuego, el comercio que se traen entre manos los nuevos heroes, no les importa nada han subido y se han dispuesto a jugar tambien, a la vida, pero a estos no les importa ni el juego ni la inmensidad de las mesas, ni el olor del aceite quemado, ni entrar o salir de la barra, son todo desprecio, despilfarro y despiadada apatia y opulencia, son los heroes, que beben cayendo sin reconocer lo repugnante de su jaula mientras se rien, fuman hachis, se beben todo lo expuesto, no estan en la carcel, o por lo menos eso creen, pierden poco a poco su condicion espiritual, se humanizan para dejar de ser heroes y pasar a ser dueños para ello incurren en los mas disparatados desequilibrios, sus risas quijadas horribles vociferan los ecos de esta inmensurable sala que alguien tendra que barrer aunque sea por un sueldo.
En el bar podredumbre moral vestida de una supuesta logica, que exclaviza hasta a los heroes, las sillas que ocupan se deshacen disolviendose en el juego, no nos odian, solo advierten, alienan, coercionan los pasos, los gestos y a los rebeldes, esa chusma, las fichas, el sudor, la carcel sera para ell@s pues sus musas son ciegas, hipocritas de cubo y dado , de naipes, dominos, dominios
de los heroes sobre la chusma que succiona de las fugas de entre sus paraisos sanguinolientas limosnas, dicen mientras miran su ultima carta que no son charlatnes, ni alicaidos, ni interesados, dicen que estan por el juego que tu antes les has jugado, que no se pueden levantar de las esbencijadas sillas pues la grasa de esta cocina los entrona, carreras de ratas en las afueras del bar, ordas que se avalanzan y estan por entrar, quiren ser dueños y heroes, con disciplina, refinamiento y cocaina en los bolsos, espejos de la servidumbre depobreza moral, prefieren perder la amistad, la sociedad, la libertad por intentar no cambiar nada pues siempre corren hacia adelante sin mirara atras, se les cae la sensibilidad con cada paso, cada salto, hasta llegar a la barra para pedir su tablero, su baraja, su caja de fichas y siempre vuelven mañana para por las noches drogarse y sentirse heroes, dueños de un bar sin apice de limpiar los cimientos, para salvar la cascara, el juego sigue, el suelo se agranda, las lamparas hullen unas de otras, el humo les recorre, el alcohol les derrocha, hoy vuelven a cas de madrugada para poner a tientas un despertador que nunca les ha funcionado y se levantaran igual dejando pasar las huecas horas en el enjambre para volver esta noche a jugar a dueños y heroes, si alguno lo entiende que tire de las manos de aquell@s que aun sientan, que aun respiren, que aun el juego se falacia o este a dos pasos de su centro gravitacional.
Tirad l@s ya pres@s y conscientes tras el silencio de las rejas de las manos , de los codos que se apoyan en las barras, sacad a aquellos que trabajan escondidos en la cocina, dadles fuelle, el aire de algun eucalipto, que si no esto muere sin guia entre drogas, alcohol, cantautores y manteles de poker.
Alfonso Valverde Diez (1996)
Fuera del Tiesto.
Fuera del tiesto donde las radios aun suenan,
aparecera un vengador, de marinos ahogados
que reira en la orilla del dique, en el puerto.
Fuera del tiesto fluira alimonado
resvalando por las ventanas sin ventaja
frente a suaves ciudades de melocoton tierno,
dulce se avainillada la presa de la noche.
Fuera del tiesto como cientos de caballos desbocados
y ciegos de ira nacera el sol opuesto, la antimateria.
Fuera del tiesto, se teclean raices surcando vuelos
a ras del suelo, a ras del miedo, a ras de un trueno
pero no justificara nunca esa espantada, la desbandada huida.
Fuera del tiesto, de lugar y de tiempo,
saltando balcones nocturno y alevoso
para mirar a escondidas y aguantar el esfuerzo
que se esfuma a las afueras de algun cuerpo, pausado, cavernoso.
Alfonso Valverde Diez (1996)
Siento Perderte.
Pierdo el tiempo solo, observando
y cuanto mas escondo la mirada,
mas nos perdemos nosotros sin llanto.
Dueño de un timido charlatan fumado y borracho
de boca grande y lengua de trapo
que alguna noche se insinuo.
Pierdo el tiemo mirando
lo que estoy perdiendo,
tus ojos verdes, tus vesos verdes,
la menta y la hierbabuena, esta si, la de acequia.
No puedo enfrentarme a ti, como contraria,
no lo intento por no existir,
por falta de tacto o simple miedo.
Pierdo el tiempo enredado en las sabanas,
noches furiosas y agitadas,
sobando tu esencia, pensandola,
desfigurandome lentamente
sin gemido hasta hundirme en el sueño.
Siento el tiempo que pierdo
agriando la primavera, dulce primavera,
siento ser como soy, para ti, apuesta contraria,
ee relampago apartado entre los cerros,
atrapado en otra dimension,
siento no poder cambiar y animarme,
animarte y aprenderme tu figura,
dibujo al carboncillo y acuarela,
delicada, te cantaria mas canciones como esta,
pero no interesa se nota en tu sonrisa franca.
pierdo el tiempo y que mal me sienta
no poder pasar sin ti o de ti
y pierdo el sentido al sentir que tu si.
Alfonso Valverde Diez (1996).
ILUMINACIONES.DOC, DELIRIUM TREMENS II PARTE. (LIBRETO NO PUBLICADO)
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