Al lanzar contra el viento
la poesia
se le da cuerpo a un cadaver,
cuya sangre deletrea, amores e incestos,
se da un tiro de gracia, un golpe,
a algun verde paramo
para darle forma, un pedazo de carne hedienta,
poesia puede caer en siesta
desde un sexto y no dañarse,
puede ser siniestro
ser consciente del silencio
de la calma del frio suelo,
este suicidio sera un portento
de un cantautor sin sueldo
con el vientre contraido
por esferas de cemento,
bolardos, cojines, cementerios,
no hay prisa por sangrar pensamientos.
Alfonso Valverde (2007)
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