Relampagos, tormenta,
nunca cesa ni cambia la lluvia
con su pertinaz caida,
todo sigue igual,
las lagrimas, el asfalto y el cielo,
ciego y sin gafas, automatico en poesia,
albaranes, amaneceres, llobiznas de otoño,
empezare otra vez, otra vez.
La mujer cenicero, mi corazon un cenicero,
ya lo dice placebo,
son todo problemas,
perdidas que no esperan, que crecen,
colillas negras, amarillentas
se inyectan en mis ojos,
sera el miedo a la juventud
de crecer en casa, no imperativos,
no cuelgues, imperativos=cuelgues,
os da miedo que crezca, la bestia,
la libertad, olvidar las colillas,
no se quiza deba empezar de nuevo.
Esploxiones de luces,
seca cuando atravieses mis lagrimas,
una vision que nos comprometa
a preguntarnos el porque,
sussssssssurrossssssss
secame, colega, no mas lagrimas,
porque siempre morimos
y lo hacemos por cuenta propia,
la cuenta la vieja.
AUTOMATICA
Alfonso Valverde Diez(2009)
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