Me traga mi propia saliva
la que brota de mis cuencos
y no encuentro mar cercano
ni trasnochado rio enfermo
Me traga mi propia bilis
por el camino del progreso,
dos rabeladas y un cuento,
pero no defino ni a tientas
cuanto sudor es esto.
La noche nalga burlona
se zarandea en refrendo
para ti dios no hay nada
y para mi no hay reencuentro
sobre volar ya digo
que caer no es importunio
sino haber olvidado el rumbo
son dos estaciones,
la clara del huevo,el horno
y la llema del yermo
donde las daba ahora las tomo
y no hay mas que para mi sirva
que un bifasico desierto.
Alfonso valverde Diez(2008)
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